Aporcar la tierra a los apios para
blanquearlos, o bien provocar este proceso atándolos
envueltos en papel oscuro y resistente, o, si se
prefiere, intercalar entre surco y surco pares de
tablones con los que se impide que la luz llegue a las
partes inferiores de las plantas, como se indica en el
grabado. Plantar dientes de ajo,
lo mismo que bulbos de chalotas.
Arrancar enteras las plantas de tomate
que dan muestras de haber concluido su estación pero que
aún presentan unos cuantos tomates verdes, y colgarlas
en sitio abrigado donde estos puedan llegar a madurar.
Preparar plantaciones de frutillas en
tierra suelta y abonada, utilizando para ello estolones
de otro cultivo propio o adquiriéndolos si se desean de
otras variedades. Las de tipo "remontante" fructifican
varias veces en el año. |