Tutorar cuidadosamente las plantas
herbáceas de floración otoñal, que habiendo adquirido
mucho desarrollo, están expuestas a ser abatidas por el
viento o la lluvia. Recordar que las ataduras deben ser
flojas sobre los tallos y firmes sobre los tutores.
A medida que los almácigos estés de
tamaño apropiado, será necesario trasplantarlos a las
borduras, reservando algunas plantitas para reemplazar
las que , por una u otra causa, no prosperen. No
habiendo preparado almácigos propios, visitar los
viveros proveedores cuanto antes, para no llegar tarde y
encontrar un buen surtido.
Practicar una poda baja a las plantas
perennes de las borduras, como Digitalis, Conejitos,
Delphinium, etc., y utilizar los brotes laterales que
han crecido después de cortar las flores, meses atrás,
para preparar gajos.
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