Antes que los frutales pierdan las
hojas, revisarlos detenidamente para ver si presentan
síntomas de enfermedades que luego serían difíciles de
identificar. Suprimir y quemar todas las ramas y hojas
secar atacadas. Efectuar pulverizaciones con caldo
bordelés al 2%, contra la "viruela holandesa" en los
frutales de carozo. Comenzar a
visitar los viveros a fin de proyectar las próximas
plantaciones. Tener presente que la Sociedad puede
prestar asesoramiento en la elección de variedades
apropiadas para cultivar en las distintas zonas del
país.
Preparar la tierra con destino al
cultivo de frutales, arándola o punteándola, carpiéndola
y abonándola si fuera pobre.
Revisar la fruta almacenada, quitando
todas las que presenten partes alteradas por
enfermedades o machucones.
Recoger y destruir toda la fruta caída
por culpa de pestes o de insectos, para evitar la
propagación del mal. |