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La Aventura Inicial
La mayoría de los estudiosos del tema
coinciden en que, si bien en 1920 el invento de
Guglielmo Marconi era ya en Estados Unidos y en
Europa una herramienta usual de la radiotelefonía
(comunicación interpersonal con fines privados o
bélicos), le cabe a la Argentina el rol de pionera
en la radiodifusión. Fueron el médico Enrique
Telémaco Susini, junto a otros tres estudiantes:
Miguel Mujica, César J. Guerrico y Luis Romero
Carranza quienes el 27 de agosto, tras cumplir la
hazaña de convertir a la radio en un incipiente
medio de comunicación masivo, se ganaron el
histórico apodo de "Los locos de la azotea". A
través de la transmisión en vivo desde el Teatro
Coliseo de la ópera Parsifal de Richard
Wagner, nacían Radio Argentina –la primera emisora
del país– y un público conformado por apenas unos
cincuenta radioaficionados.
Ya en esa primera década de su historia, la radio
ofrecía de manera incipiente los géneros y formatos
que la habrían de caracterizar posteriormente. En
1921, la transmisión de música clásica se convertía
en un hecho de frecuencia casi diaria. Al año
siguiente, la noticia cotidiana ganaba espacio con
la transmisión en vivo de la asunción de Marcelo T.
de Alvear como presidente de la República. En
septiembre de 1923 entraba el boxeo, con la célebre
"pelea del siglo" entre Luis Ángel Firpo (a) El
Torito de las Pampas y Jack Dempsey desde el
Polo Grounds de Nueva York y en octubre del
año siguiente lo hacía el fútbol, con un partido
disputado por uruguayos y argentinos. Alrededor de
esa fecha también – algunos estudiosos señalan que
un poco antes– se ponían al aire los primeros
reclames (el galicismo denominaba así a los
avisos publicitarios). Hacia el final de la década
nacía el radioteatro, cultor inicial de la vertiente
criollista y nativista de delgado hilo argumental,
centrado en canciones y payadas. El origen se
atribuye hoy a Francisco Mastandrea con La
caricia del lobo, éxito que continuará Andrés
González Pulido con su conjunto Chispazos de
tradición y que luego concretará expresiones
más rigurosas con dramas históricos y escenas
nativas de Arsenio Mármol y Héctor P. Blomberg.
A la pionera Radio Argentina, se sumarían en breve:
Radio Cultura, Radio Sud América, LOU Radio Brusa
(hoy Excelsior), Radio Libertad (hoy Mitre), Radio
Casa América, Radio Grand Splendid (hoy Splendid) y
Radio Nacional (luego Belgrano). En 1924 surgía en
Rosario "la primera emisora cerealista del país",
mientras se producía una de las innovaciones
tecnológicas más radicales: la introducción de los
parlantes, modificando sustancialmente las
condiciones de escucha. El aparato receptor se
ganaba así un lugar importante en el hogar,
reuniendo a su alrededor a la familia entera. En
tres años, el número de aparatos había crecido de
manera sorprendente y surgían ya los primeros
conflictos que llevaron a reglamentar la frecuencia
de emisión entre 1925 y 1929.
Los años 30 acentuarán esta tendencia a la
expansión. Al éxito de Splendid y Belgrano se suma
Radio El Mundo en 1935 con un edificio monumental de
siete estudios y dos auditorios, mientras el
empresario Jaime Yankelevich crea desde Belgrano las
primeras transmisiones en cadena. Las revistas
especializadas: La canción moderna y
Radiolandia dan cuenta de este auge.
A la vez el radioteatro amplía su temática
extrayendo asuntos de la producción folletinesca,
donde abundaban huérfanos, madres solteras, grandes
villanos y amores imposibles pero eternos. Por su
parte, hacia fines de la década, el deporte había
consolidado su audiencia y Alfredo Aróstegui ponía
al aire El Relato Olímpico, en tanto que
Tito Martínez Delbox creaba Gran Pensión El
campeonato que mantendría su vigencia por más
de diez años. Las voces de Horacio Belbo y Ricardo
Lorenzo "Borocotó" con sus relatos de fútbol y boxeo
atrapaban a la audiencia de entonces.
El público se segmentaba de acuerdo con la edad, el
sexo y la extracción social. Crecía por entonces el
género infantil, mientras se posicionan las
historias policiales y la comedia breve para el
gusto adulto.
En 1937 inició sus transmisiones Radio del Estado
desde el entrepiso del Palacio de Correos y
Telégrafos y sin emitir publicidad comercial. Ante
la demanda de un aporte mayor a la cultura, llevó
adelante un proyecto innovador para la época: la
"Escuela de aire", que permitía la escucha de
programas elaborados por el Ministerio de Educación
en todos los establecimientos públicos del país.
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Información
seleccionada de
http://www.argentina.gov.ar |
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