Levantar los bulbos de Gladiolo que
aún estén en la tierra después de haberse secado
sus hojas, y tratarlos según se indica.
Levantar también las papas de Dhalia que
hayan concluido su ciclo anual, cortar los tallos a
pocos centímetros del cuello, dejarlos al aire unos
cuantos días, espolvorearlos con azufre, sobre todo en
los lugares heridos y guardarlos en cajones, cubiertos
con arena seca.
Pueden trasplantarse los bulbos de
Azucena, siempre que no se dejen largo tiempo expuestos
al aire.
Preparar floreros o macetas con bulbos
de Jacinto para forzar; a estos últimos regarlos
moderadamente, sobre todo antes que broten.
Preparar abrigos para proteger las
plantas sensibles al frío, a fin de poder resguardarlas
apenas sea necesario.
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