Las Ristras de ajo se hacen trenzando
sus propias hojas, después de haber dejado por unos días
las plantas enteras al sol. Evitar que reciban la
lluvia, si esto ocurriera, hacer que se sequen cuanto
antes. Lo mismo con las cebollas.
Es mejor dedicar enseguida al consumo, no
guardar, las primeras cebollas que se cosechen pues no
duran en buen estado. Las que se cosechan más adelante,
bien sazonadas, se prestan para este fin, a cuyo efecto
se dejan primeramente descalzadas de la tierra que las
cubre, pero sin desarraigar, dos o tres días, luego se
arrancan y dejan al sol unos días más procedimiento
después a reunirlas en ristras, atándolas sobre manojos
de juncos o de varillas de mimbre, como indica el
grabado. En la parte superior de las ristras se hace un
ojal para colgarlas. Las cebollas coloradas son las que
se conservan mejor.
Todavía se pueden sembrar un par de
veces con 15 días de intervalo , arvejas de variedades
enanas, que alcanzarán a producir una cosecha
satisfactoria, si el calor no es muy intenso.
Carpir la tierra de las frutillas
dejando las plantas limpias, libres de hojas secas y de
yuyos. Separar los estolones que estén arraigados, para
cultivarlos aparte.
Efectuar una prolija limpieza en la
plantación de frambuesos; cortar junto al suelo las
ramas de las plantas que ya han concluido de producir; y
abonar las que darán en otoño. |