Los bulbos de ciclamen que terminada
su floración no se hayan perdido, se transplantarán a
otras macetas preparadas con buen drenaje y una mezcla
de tierra liviana, estiércol viejo menudamente
desmenuzado, un poquito de arena y también de carbón de
leña molido. Manteniendo la tierra húmeda enormemente,
los bulbos volverán a brotar, debiendo proteger las
plantitas del frío ya sea en vidrieras o en las
habitaciones, en este caso, en un sitio luminoso.
Tratados en esta forma los Ciclámenes pueden conservarse
por varios años, aunque sus flores no podrán competir
con las de las plantas forzadas que se adquieren en las
florerías. Combatir los pulgones
con preparaciones jabonosas de nicotina o con rutenona,
y la arañita roja y otros ácaros por medio de poli
fusiones en solución algo más diluida de la indicada en
el envase, en previsión del efecto de los soles muy
intensos.
Enmacetar las plantas de follaje y las
Cinerarias, sembradas o plantadas de gajo en primavera
para el próximo invierno, sombreando las cajoneras en
las horas de sol fuerte.
Si el tiempo no es muy cálido, pueden
dividirse ya las Prímulas para floración temprana, de lo
contrario, se esperará uno o dos meses.
En muchos casos, la media sombra
reemplaza ventajosamente al invernáculo en este mes,
siempre que se puedan colocar rápidamente resguardos
contra los vientos de las súbitas tormentas de verano. |