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“Reconocer la preexistencia
étnica y cultural de los pueblos indígenas
argentinos. Garantizar el respeto a su identidad
y el derecho a una educación bilingüe e
intercultural; reconocer la personería jurídica
de sus comunidades, y la posesión y
propiedad comunitarias de las tierras que
tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de
otras aptas y suficientes para el desarrollo
humano; ninguna de ellas será enajenable,
transmisible, ni susceptible de gravámenes o
embargos. Asegurar su participación en la
gestión referida a sus recursos naturales y a
los demás intereses que los afectan. Las
provincias pueden ejercer concurrentemente estas
atribuciones.”
Artículo 75, Inciso 17 de la
Constitución Nacional.
Los Orígenes
Las primeras tribus de cazadores
de origen asiático llegaron a América a través
del Estrecho de Bering hace unos 30.000 años
aproximadamente, en tanto que su arribo al
actual territorio argentino se considera
producto de migraciones internas ocurridas hace
18.000 años.
Estos pueblos se asentaron básicamente en dos
regiones: la montaña y la llanura. Con respecto
al primer hábitat, los testimonios más antiguos
con que se cuenta son los rastros de núcleos
poblacionales que datan de hace 8.000 años en
Ayamapatín (Provincia de Córdoba) e Inti Huasi
(Provincia de San Luis). Vestigios hay también
de otra cultura antigua en Tafí (Provincia de
Tucumán), de pueblos que trabajaban la piedra y
la cerámica. Más reciente resulta la
civilización de La Aguada (territorio
comprendido por las provincias de San Juan, La
Rioja y Catamarca), cuyos pobladores se
dedicaban al cultivo del maíz y al trabajo en
bronce y cuyo desarrollo se ubica entre los años
800 a 650.
En cuanto a los asentamientos de llanura, se
registra la presencia de un núcleo poblacional
en Tandil (Provincia de Buenos Aires), de
aproximadamente 6.000 años de antigüedad, cuyos
habitantes trabajaban la piedra y la cerámica.
En el Litoral, iguales vestigios dan cuenta de
la llamada Cultura del Alto Paraná, de la misma
data.
En el extremo sur y los canales fueguinos se
considera la llegada de los primeros hombres
hace 6.000 años, los que habitaban en viviendas
circulares semienterradas, vivían de la caza y
la pesca, empleaban botes y arpones para la caza
de mamíferos marinos y recolectaban moluscos.
Con la llegada de los conquistadores españoles
los pueblos indígenas vieron truncadas sus
posibilidades de desarrollo cultural.
Dónde Vivían
En el Noroeste
La cultura diaguita fue la más compleja y
numerosa de las poblaciones indígenas.
Aproximadamente unos 200.000 habitantes
conformaban su población a la llegada de los
conquistadores. Eran expertos agricultores que
habían desarrollado canales de riego para sus
plantaciones de maíz, zapallo y porotos.
Adoraban al sol, el trueno y el relámpago.
Tenían jefaturas similares a los cacicazgos y
sus familias eran monogámicas.
En las sierras
En la zona de las sierras centrales estaban
asentados los comechingones y los sanavirones.
Vivían de la caza, la recolección y la pesca;
cosechaban maíz, porotos y zapallos. Practicaban
el culto al sol y a la luna.
En Cuyo y Neuquén
La cultura de los huarpes ocupó las actuales
provincias de San Juan, San Luis y Mendoza. Eran
agricultores, cosechaban maíz y cazaban guanacos
y ñandúes. Trabajaban la cerámica y creían en la
existencia de un ser supremo.
La cultura pehuenche caracterizó a la zona de
Neuquén. Sus habitantes vivían de la caza y de
la recolección, se agrupaban en clanes
familiares y creían en un ser supremo que moraba
más allá del mar.
En la Pampa y la Patagonia
Fue habitada por los querandíes y los araucanos
provenientes del Chile actual. Los tehuelches y
los onas ocupaban el sur, en tanto que en la
zona central se hallaban asentados los pampas.
Todos estos pueblos tenían características
comunes: vivían de la caza de liebres, zorros,
ñandúes y de la pesca. Tenían asimismo un grado
importante de organización social que les
permitía convivir agrupados, bajo el liderazgo
de un cacique.
En el Gran Chaco
Antes de la llegada de la conquista española,
esta región era habitada por tobas, mocovíes y
abipones. Eran básicamente cazadores y
recolectores. Estaban integrados en un sistema
social de clanes, liderados por un cacique. La
estructura social era de carácter monogámico
pero a los jefes les estaba permitida la
poligamia.
En el Litoral
En esta zona predominó la cultura guaraní, fruto
de un pueblo de mansos agricultores que muy
pronto se sometieron al dominio español. Vivían
en grandes casas donde se alojaban varias
familias. Creían en la tierra sin mal,
una suerte de paraíso perdido, al que
regresarían algún día.
MÚSICA INDÍGENA
Los pueblos originarios todavía
conservan su música, aunque con posibilidades
escasas de difusión masiva. La tradición oral de
chiriguanos, chorotes, mapuches, pilagás,
tehuelches, tobas, wichíes –entre otras
comunidades originarias– ha sido recopilada con
trabajos de campo desde 1931 por parte
investigadores del Instituto Nacional de
Musicología Carlos Vega.
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MUSEO ETNOGRÁFICO JUAN
BAUTISTA AMBROSETTI
Facultad de Filosofía y Letras –
UBA.
Moreno 350.
(C1091AAH) Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Teléfono: (54– 11) 4331–7788.
E–mail:
etnogra@mail.retina.ar
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Información seleccionada de
http://www.argentina.gov.ar
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