Cada vez que tengas que esperar a que
salga el agua caliente, por ejemplo cuando vayas a
ducharte o a lavar los platos, coloca un balde debajo de
la canilla antes de abrirla.
Deja salir el agua para que caiga en el balde hasta que
alcance la temperatura deseada (o hasta que el balde
esté lleno).
Cierra la canilla un instante y deja
aparte el recipiente o el balde hasta que tengas
necesidad de utilizarlo.
Ahora ya tienes agua para reciclar.
Puedes reservarla para regar las plantas, para lavar el
auto, para limpiar la bicicleta o para dar de tomar al
perro o al gato. Puede emplearla incluso para lavar las
botellas y latas reciclables.
El agua sobrante de hervir las
verduras contiene muchos nutrientes. Úsala para regar
las plantas, les hará bien. Pero asegúrate de que esté
fría. |