El español es el
idioma oficial de la República
Argentina. Fue traído por los
conquistadores españoles, sufrió los
cambios propios de la convivencia
con los pueblos indígenas nativos
que lo enriquecieron, especialmente
en sus aspectos lexicales. Las
sucesivas oleadas inmigratorias
ocurridas durante el siglo XIX y los
primeros años del XX también
hicieron su aporte a la lengua de
los argentinos.
Las diferencias dialectales
existentes en el territorio, lejos
de dificultar la comunicación, la
enriquecen, contribuyendo así a la
consideración del idioma como una
lengua “simplex”, es decir, aquélla
cuyas variedades son todas
inteligibles entre sí.
El español en Buenos Aires adopta
formas del lunfardo, jerga del
ámbito porteño.
Otras lenguas habladas en
nuestro país
Araucano
Los araucanos
constituyeron un importante núcleo
poblacional amerindio de la familia
lingüística araucana. Habitaban las
zonas de la parte central y
meridional de Chile y del centro y
occidente de Argentina. En quechua
se los nombraba como auca y
en idioma araucano: mapuche, que
significa gente de la tierra.
Hablan el chilidengu o
mapudungun, que a su vez tiene
varios dialectos. Los principales
pueblos araucanos supervivientes son
los picunches, mapuches, huilliches
y cuncos.
Con el paso del tiempo, los términos
araucano y mapuche se han convertido
en sinónimos y de este modo
indistinto se nombra su lengua.
Actualmente viven en comunidades en
la zona austral de América del Sur,
en la zona pampeana y patagónica,
luchando contra las nieves y los
fríos y reclamando el dominio de sus
tierras desde tiempos históricos. En
la Argentina son alrededor de
doscientos mil los mapuches que,
organizados en más de cien
comunidades, conservan su lengua y
sus tradiciones.
Guaraní
Cuando se habla de
guaraní o de tupí–guaraní, se hace
referencia a pueblos de Amerindia
que se asentaban en la zona del este
y noreste de la Argentina, Paraguay,
Brasil y parte de Bolivia. Algunos
historiadores los ubican desde el
sur del río Amazonas hasta las
laderas de los Andes. Sus lenguas
eran el tupí y el guaraní. Todavía
hoy se las habla en estas regiones,
siendo en Paraguay el guaraní la
segunda lengua oficial.
A partir del siglo XVII, buena parte
de los pueblos nativos adquirieron
las costumbres de los colonizadores
en las misiones jesuíticas y luego
de la expulsión de dicha orden
religiosa, se integraron en
asentamientos varios.
Tradicionalmente llamaban a su
idioma ñe’engatú ("habla
preciosa"), o abá ñe’é
("habla del hombre"). El guaraní ha
dado origen a muchos dialectos como
el carioca, el tupí, el cario y el
caribe, entre otros. Hay algunos
símbolos que no pueden ser
fácilmente reproducidos por nuestro
alfabeto castellano.
Quechua
El quechua forma
parte de la familia quechumara
(quechua + aimara) hablada desde el
sur de Colombia hasta el centro de
Chile, pasando por Ecuador, Perú,
Bolivia y el Noroeste Argentino.
Incluye una veintena de variedades
dialectales (tres por lo menos en la
Argentina) mutuamente comprensibles
por su gramática clara y sencilla.
En la Provincia de Santiago del
Estero, se habla una modalidad
dialectal de fuerte personalidad y
bastante diferente de otras
variedades de Perú y Bolivia. Para
algunos lingüistas, se trata de una
lengua no prehispánica que ingresó
con los indios yanaconas traídos por
los españoles del Perú, en tanto que
otros investigadores afirman lo
contrario.
Además de la variedad santiagueña se
han documentado otras en La Rioja y
en Catamarca, hablada en zonas
rurales hasta comienzos del siglo XX.
A ellas se suma la variante de los
Valles Calchaquíes, Salta y de la
Puna de Jujuy, conservadas todavía
en algunos lugares.
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